A las cosas por su nombre.

El otro día tras visitar el blog del camarada AIC, me topaba con una entrada que se hacía eco a su vez de una entrada en otro blog, alojado este en tercera Información, en el cual criticaban los usos interesados que en ocasiones se cometen en wikipedia por parte de ciertos usuarios, bien, pues todo normal hasta aquí.

El motivo de la entrada viene dado por lo que me encontré después en ese blog, el mismo blog que criticaba a quienes usaban internet para difamar, y a continuación paso a relatar.

La entrada de la polémica es esta, "La lamentable situación del sindicalismo en España".

Ahí el autor, a mi juicio, comete un gran error, el cual no es criticar a la CNT (que se puede), sino hacer lo que como ya digo, a otros critica, hacerlo en base a sus prejuicios.
Veamos pues que perlas deja caer el "compañero".

El sindicalismo está últimamente en boca de todos debido a la movilización del 12D. En la red, las críticas han corrido como la pólvora, y es que tal y como ya hemos dicho varias veces, campa a sus anchas la derecha y sus medios de desinformación disfrazados de ciudadanos imparciales y espontáneos, e incluso de sindicalistas. No dudan en calificar a todos los sindicalistas de parásitos y vividores, de privilegiados que no representan a nadie.

Resulta que todo aquel que critica el sindicalismo oficial es de derechas, ¡vaya!, tendré que dejar de cantar A las barricadas, y entonar bien alto el Cara el sol, porque lo dice el "compañero", ya que por cantar La internacional te cobran derechos de autor, y la cosa no esta para despilfarrar el dinero.

Es cierto que también muchas personas de la izquierda critican a los diferentes sindicatos, especialmente a CCOO y UGT por su postura excesivamente moderada. Algunos anarcosindicalistas de la CNT les reprochan que cobren del estado y que dependan de él pero ¿acaso la CNT tiene la misma fuerza que en 1937? ¿hay algún sindicato que nos esté sacando de esta profunda crisis? Mi opinión es que todos nos hemos equivocado profundamente.

Aquí reconoce que no solo la derecha critica el sindicalismo, sino que sectores de lo que se denomina izquierda también critican el sindicalismo oficial. Pero luego viene a decir que los anarcosindicalistas no son nadie para criticar ya que son pocos, buen aprecio tendrá el "compañero" por las minorías, ah no, que tiene una entrada preocupándose por las diferentes lenguas del estado español, esos si tienen derecho a quejarse.

Referente a la fuerza que tiene la CNT, pregunta ¿donde reside la fuerza en organizaciones o en la clase obrera?, lee su periódico mensual para ver como gana conflictos, si, que no salen en los mass media, pero ellos también son trabajadores, como son pocos son abandonados por las grandes centrales sindicales, si, esas a las que criticamos, pero quizá te interesaría saber que si la CNT no ha crecido más es por el acoso y derribo por parte del estado con campañas para desprestigiar a dicha organización, ¿te suena el caso Scala?, quizá debas de informarte como ello afecto en aquel momento de afiliación masiva a sindicatos a la imagen de la CNT, luego vino la escisión, pero ahí estamos, mal que le pese a alguno, y lo mejor de todo, creciendo, despacio, pero creciendo.

Los sindicatos no están para sacarnos de la crisis, sino para defender a la clase trabajadora, es gracioso que argumentes que la CNT carece de "fuerza" y luego pretendas hacer ver que la responsabilidad es de todos por igual, no, me niego, es como decir que la culpa de la burbuja inmobiliaria es responsabilidad en partes iguales de banqueros y ciudadanos.


Información adicional:

Caso Scala
El incendio de la Scala
El caso Scala. (I)
El caso Scala. (II)
El caso Scala. (III)
Entrevista a Xavier Cañadas

La crisis del sindicalismo es la consecuencia de la total desinformación que sufrimos que ha provocado una gran desmovilización popular, sobretodo en el ámbito de las TIC.

¿Desinformación?, no, la crisis sindical es por culpa de los sindicatos oficiales, ellos y solo ellos, han implantado un modelo sindical delegacionista, el cual poco a poco ha ido minando el interés de la clase trabajadora por sus derechos.
La gente se acomodó a que "alguien" resolviera sus problemas, y así es como la clase trabajadora ha ido perdiendo derechos en esas grandes reformas laborales pactadas eso si, por el sindicalismo oficial, la CNT no estampó su firma nunca en esos documentos, por tanto me parece muy injusto otorgarle responsabilidad en algo que siempre criticó, y todavía lo hace.
¿Quien ha convertido el 1º de mayo en un día festivo en vez de combativo?
¿Quien lleva música o espectáculos varios distrayendo así la atención de los trabajadores de lo que realmente es su prioridad en las manifestaciones?
Etc......., pero no es que lo diga yo, toma igual así te queda más claro:

No a la reforma laboral con Díaz Ferrán

¿Que sindicatos pidieron a sus trabajadores que perdieran poder adquisitivo?, ¿si lo pide el sindicato esta bien, y si lo pide la patronal esta mal?, ¡quítate las gafas opacas!

En estas condiciones, prima el egoísmo y el querer conservar nuestro puesto de trabajo o mejorar nuestras condiciones a costa de vender a un compañero. La gente ya no quiere escuchar hablar de los sindicalistas, los directivos ya se han encargado de denostarlos hasta tal extremo que los propios trabajadores consideran más próximos a sus jefes que al liberado sindical al cual ven como ese tío raro con greñas que tiene la cara de trabajar solo las horas que pone en su contrato, el vago que se ha metido a liberado sindical para poder vivir de la empresa sin trabajar.

Será que los liberados no han hecho nada para que esos pensamientos tengan sustento con lo que se ve día a día.

No hablemos de la CGT y la CNT, esos son los típicos radicales que cortan las calles e impiden a los demás llegar a su trabajo a su hora, son cuatro gatos que no se han enterado de que gracias a la democracia ya podemos negociar de manera civilizada con el patrón.

Que dócil eres, para ser tan joven, y los estudiantes antibolonia que no nos dejan disfrutar de las calles públicas, no se han enterado que gracias a la democracia (burocracia), no se les tiene en cuenta.
Los manifestantes en contra de la guerra de Irak son unos radicales que nos impiden ir al cine.
La manifestación antifascista, que pesaos estos con lo mismo, no puede ir uno de compras tranquilo.
¡Que bonitos son los pasos de semana Santa!, como alegran las calles.
Gracias a la "democracia", en este país la clase trabajadora tiene más precariedad laboral, menor poder adquisitivo, y una patronal engrandecida.

Despertemos, eso es lo que piensa la inmensa mayoría de la población, en la izquierda nos hemos centrado en machacarnos unos a otros mientras la derecha logró su objetivo utilizando nuestras críticas ¿en qué nos hemos equivocado? El problema es que hemos perdido la comunicación con la clase trabajadora, la gente está desmovilizada y nosotros nos hemos centrado en atacar a los que ya están organizados en otros sindicatos, lo que crea hastío y más desmovilización y da balas al verdadero enemigo.

Tu no te has eximido de dar balas, "compañero".

Tenemos que centrarnos en concienciar a la gente, combatir con contrainformación la manipulación diaria y en recuperar la conciencia de clase. Hoy en día los trabajadores ven más puntos de unión en ser del Barça o del Real Madrid o en si nos gustan rubias/os y morenas/os. A esos efectos no hay diferencias con nuestros jefes, pero debemos recuperar la lucha de clases para que sean capaces de reconocer que nuestros jefes tienen otra posición social y que por tanto, es lógico que no velen por nuestros intereses sino por los suyos propios.

Para ello, lo primero es eliminar jerarquías dentro de la clase trabajadora, sino, generamos nuevos jefes contra los que luchar, y sería un gran error aumentar las filas del enemigo ¿no?

Por eso, no se trata de odiar a nadie o de dejar de llevarnos bien con el patrón, se trata de que políticamente son nuestros enemigos de clase y que los trabajadores tenemos que organizarnos para defender nuestros intereses, ya no solo para luchar por el bien común sino también en el nuestro propio a largo plazo, ya que de no hacerlo, antes o después lo pagaremos.

No solo contra los capitalistas hay que luchar, sino contra el estado también, que cuando ha estado el capitalismo tocado de muerte, ha sido él quien lo ha salvado. Y lo pagaremos de no ser así, como esta sucediendo ahora.

Los pocos con conciencia sufren un terror enorme y un sentimiento de impotencia ante esta situación tan desoladora. Las pocas acciones de protesta llevadas por los comités de empresa y por los sindicalistas son rápidamente atacadas por el empresario con frases como “preguntadles cuánto cobran a esos sindicalistas”, por lo que un derecho como es recibir un salario y tener la posibilidad de ser sindicalista sin ser despedido, es utilizado por los empresarios para levantar envidias y odios hacia ellos. Juegan con nuestros derechos, administran las migajas que nos dan de nuestro propio trabajo, nos regatean con el salario… ¿hasta cuando?

Hasta que la clase trabajadora se represente así misma y no con representantes. Eso pasa por no abolir las jerarquías dentro de la clase trabajadora, y así será mientras se continué con esa estructura vertical.

La negociación individual entre el trabajador y la empresa nos deja en una clara posición de inferioridad, en la que ganamos hoy pero perderemos mañana. El sindicalismo no debe ser llevado en exclusiva por ningún representante o liberado sindical, a ellos les podemos elegir mediante elecciones, pero las protestas deben de ser llevadas a cabo de forma colectiva y con la implicación de todos los trabajadores. Mientras no convenzamos a una mayoría… no hay nada que hacer, y ahí es donde debemos de centrar nuestros esfuerzos.

Ya vas viendo el camino, ya vas viendo, resulta que la protesta tendrá que ejecutarla el liberado, es lo que pasa con las jerarquías.

O todos o ninguno, la empresa siempre tratará de comprar nuestras conciencias y de romper la unidad en las protestas, pero debemos convencer de que eso es pan para hoy y hambre para mañana, no se deben de llegar jamás a acuerdos de pérdida de derechos laborales entre trabajadores y empresarios, en estos casos no se debe dar un paso atrás. Hoy vendimos a nuestro compañero, mañana nos venderán a nosotros.

Aniliza lo que hace el sindicalismo oficial con los EREs, igual te das un susto.

No debemos aceptar la paz que nos proponen, si realmente les interesásemos, no tendrían problemas en que queramos conservar nuestro empleo y luchar por nuestros derechos.

No debe haber paz social, sin justicia social.

“Eso que ellos llaman paz es otra forma de muerte. Muerte que dicta la razón del más fuerte.” – Habeas Corpus.

Ya que te gustan los Habeas Corpus, toma otra canción:




Sabemos que las buenas palabras son el maquillaje más habitual
utilizado por la mentira para de este modo mostrarse atractiva.

Sabemos que esos a los que llaman creadores de opinión, expertos tertulianos,
rigurosos historiadores son la voz de su amo, la voz de la que nos sentimos esclavos.

Sabemos ya que quienes han hecho de cientos, de miles, de millones de mentiras
una profesión altamente rentable, temen llamar a las cosas por su nombre.

Nos dicen la verdad es una, la verdad es una y nada más que una.
Una sola porque existe una sola España, una sola, porque una sola es su historia.
Una sola forma de escribirla, una sola forma de escribirla y contarla.
Un solo y único discurso y "aquel que se mueva, no sale en la foto".

A las cosas por su nombre.

La monarquía española es la más directa herencia del franquismo.
La transición a la democracia el ejemplo perfecto del fiel continuísmo.

Adaptarse a los nuevos tiempos exigía esa amnesia que llaman consenso.
Los partidos de izquierda dejaban de serlo. Los de derecha decían ser de centro.

Los sindicatos mayoritarios, culpables de la mayor de las traiciones cometida a los trabajadores, pasaban a convertirse en funcionarios.

La Constitución Española, cadena que aprieta, cadena que ahoga.
Cadena del todo todopoderosa. La norma suprema. La ciega obediencia.

Elegimos de quién ser esclavos y desde qué lado nos vendrán los palos.
Sufrimos el terror del trabajo a la vez que sufrimos el terror del Mercado.
El poder sigue en las mismas manos. Los que ayer lo tuvieron hoy lo siguen teniendo.
El Ejército está vigilando lo que un día quedaba "atado y bien atado."

A las cosas por su nombre.

La bandera española es la bandera fascista.
El ejército español, el ejército fascista.
La policía española, la policía fascista.
La clase política, la clase fascista.

Por su nombre. A las cosas, por su nombre.